David Meca Team I 04/11/2016 · @davidmeca_team

El océano está lleno de incertidumbre. La vida, también. Por eso, para nadar en él hay que tener bien memorizada la técnica y bracear, siempre, con ilusión. Porque la travesía será un camino plagado de pirañas, tiburones y retos. Esos fueron los que inspiraron mi éxito. Prepárate. ¿Te lo cuento?

“Cualquier profesional muy técnico pero carente de ilusión consigue lo mismo que un nadador con una gran técnica y un diminuto espíritu, nada”.

Encuentras tu pasión, te dispones a nadar pero llegan fuertes mareas. Así encara su sueño todo nadador. Quieres ser Campeón del Mundo, alcanzar esa orilla del triunfo que llevas avistando toda la vida, pero la facultad pronto hace su esplendorosa aparición. Tranquilo. A mí me pasó. Es el ciclo de la vida. Por eso siempre he dicho que el éxito no se mira por la distancia a la que has llegado, sino hasta dónde has subido después de caer. Por el reto. Eso es lo que convierte a las personas en verdaderos Campeones.

En uno de los momentos más dulces y exitosos de mi vida me tocó vivir tiempos difíciles. Falsas acusaciones, comentarios que hieren. Fue un golpe durísimo para todos, para mi familia, mi gran apoyo, y para mí. En una situación así, lo primero que se te pasa por la cabeza es tirar la toalla. Pero ahí es cuando debes decir: “quiero entrenar más que nunca” y forjar el espíritu del Campeón. Puede que las gafas se te llenen de lágrimas, como a mí, y empieces a darte cuenta que fingir esperanza es agotador, pero has de seguir nadando.

La fuga de Alcatraz, mi primer reto
Durante los años que no me permitían nadar maduré la idea de llevar a cabo una serie de retos. Mi intención era demostrar que nadie me iba a impedir realizar el deporte que había practicado durante tantos años de mi vida. Así, mi primer reto se bautizó como “La fuga de Alcatraz”. Con él me propuse demostrar que un preso podía escapar de esa cárcel de leyenda, en una isla a unos 5 kilómetros de San Francisco. Las aguas que la rodean son tan frías que podrías fallecer de hipotermia, las fuertes corrientes te impiden alcanzar la costa y las aguas están infestadas de tiburones. Pero pese a todos estos peligros, mis ganas de luchar me hicieron escapar de Alcatraz con grilletes en los pies.

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Si tú también quieres alcanzar el éxito, contacta con: memartinez@davidmeca.com.

El reto que inspira el éxito

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